El acné todos tenemos una idea de lo que es, porque lo hemos visto. Básicamente, son esos puntos y granos que aparecen por doquier, que si los tocas corres el riesgo de que se infecten y se repartan generosamente, cosa que quieres evitar. Y cuando cicatrizan, si no se trata, se quedan cómo en la imagen... o peor.
En una definición más científica, hablamos de una enfermedad que se caracteriza por la aparición de lesiones en la piel como consecuencia de una foliculitis, una inflamación y posterior infección del orificio de salida del pelo. Estas lesiones son los granos, espinillas negras y parches rojos e inflamados, como quistes que vemos en ocasiones en los rostros de algunas personas, aunque también se pueden manifestar por todo el cuerpo. Hay de varios tipos y alguno es especialmente agresivo.
Lo ideal ante ésta enfermedad, es comprenderla. Ya te puedes atiborrar de productos, cosméticos y medicamentos, que si no entiendes el porqué y la atacas correctamente, ésta parece "
rebelarse" y ponerse muy pero que muy peleona. Empieza la batalla con el dichoso acné.
Para plantarle cara, hay que limpiar la piel de manera profunda, eliminando exceso de grasa, células epiteliales muertas y desbloqueando la salida natural del vello. Tienes que tener en cuenta que al limpiar en profundidad, mueves de aquí para allá todo aquello que deseas eliminar, así que no servirá agua y jabón, así cómo cualquier otro cosmético que haga arrastre y pueda crear más problemas.
Limpiar es importante, una higiene correcta también. Idóneo es un limpiador antiséptico y antibacteriano, con propiedades calmantes y que permita limpiar sin irritar.
Te recomendaré el Gel de Caléndula por sus propiedades y posteriormente,
Tonic Cutis si tienes una piel grasa, o el
Tónico Manzanilla si tu piel es seca o mixta, esto permitirá una limpieza profunda de los poros y ayudara a equilibrar su pH.
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Gel de Baño con Caléndula |
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Tonic Cutis |
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Tónico de Manzanilla |
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Tras una limpieza profunda, que bien la podemos denominar cómo "
el inicio de la estrategia y primera batalla", viene el ataque directo. Hay que impedir que
"el enemigo" se recupere, así que atacamos con productos que poseen propiedades antioxidantes, oxigenan la piel, favorece la eliminación de bacterias que favorezcan el desarrollo del acné, además de ayudar a regenerar la capa hidrolipídica y mejorar la hidratación y elasticidad de la piel. Aquí tenemos un aliado poderoso llamado
Gel Aloe Vera 95%. También podemos atacar con el otro gran aliado, el
Aceite Puro de Argán Biológico. La combinación de ambos es perfectamente viable y recomendable. Ten en cuenta que estamos plantándole cara al acné desde todos los ángulos posibles.
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Gel Aloe Vera 95% |
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Aceite de Argán |
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Dependiendo siempre de cada caso en particular, y si la batalla que estás planteando es feroz porque el enemigo está más por la labor de repeler el ataque o quedarse en tus dominios, hacer un segundo ataque en la noche con un producto que permite la hidratación, oxigenación y buen funcionamiento de la piel sería muy aconsejable. Para ello, el
Gel 100% Aloe con Retinol cumpliría éste cometido, pero sólo deberíamos aplicarlo por las noches. También podríamos extender la efectividad de nuestro contraataque con una exfoliación semanal a cargo de un
Gel Exfoliante de altísima calidad. Se hace necesario en estos casos, usar una protección solar alta, para evitar que el sol pueda producir manchas.
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Gel de Aloe Vera 100% con Retinol |
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Gel Exfoliante |
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Ya llegando al final del ataque desde la retaguardia, hay que recordad que somos lo que comemos. Aquí entra en juego recuperar lo perdido en la batalla mediante una dieta equilibrada y variada, acompañada de
Jugo de Aloe Puro, sería una excelente estrategia, ya que actúa como diurético y depurativo, favoreciendo la eliminación de las impurezas y complementando la cicatrización de las lesiones causadas por el acné.
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Jugo de Aloe Puro 100% |
¿Cuanto durará la batalla? Pues tanto cómo la resistencia que oponga el enemigo. Lo importante es no bajar la guardia, ya que una vez que le plantemos cara y lo hagamos retroceder, tenemos el control. Mantener una actitud correcta y seguir los pasos te dará las claves necesarias para que tu batalla quede, con el tiempo, en el olvido.
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